Más de 3000 Motociclistas de todo el mundo hicieron cumbre en el Cristo Redentor

En el marco del 8vo Encuentro Internacional de Motoviajeros, hombres y mujeres con sus camperas de cuero, lentes negros, cascos de todos los colores, motocicletas de todo tipo y sobre todo un gran sentido de camaradería, se vivió intensamente este fin de semana una histórica jornada donde los moteros de provincias de Argentina y países del mundo fueron los protagonistas.

Organizado por Falconeros Mendocinos, más de 3 mil pilotos de motocicletas de diferentes países del mundo recorrieron 100 kilómetros hasta llegar a los 3.855 metros sobre el nivel del mar, en el límite entre dos países con el monumento al Cristo como punto de encuentro. 

La jornada comenzó este viernes en Luján de Cuyo con la presentación y terminó la tarde de este domingo con mototuristas de diferentes países del mundo que arribaron a Uspallata motivados por el desafío de compartir junto a otros compañeros de ruta un viaje a más de 3500 msnm en plena Cordillera de los Andes.

Luego de la presentación en Luján de Cuyo, el día sábado comenzaron a llegar al valle de Uspallata cientos de motociclistas  fueron recibidos el municipio de Las Heras en el camping municipal de la ruta provincial 52 para agasajarlos con actividades sociales y artísticas y a su vez invitar a uspallatinos y turistas a formar parte del encuentro.

El multitudinario evento concluyó este domingo cuando más de 3500 moteros en una caravana de ruedas de 3 kilómetros, partieron desde la villa cordillerana para hacer cumbre en el patrimonio cultural con más de 100 años de historia, el Cristo Redentor, enclavado a  3850 metros sobre el nivel del mar, su presencia es tan cautivante como el Cerro Aconcagua.

“Soy de Coquimbo, Chile y es la primera vez que me sumo a la expedición y la primera vez que visito este monumento. No tengo palabras la verdad, emocionadísima de tanta gente como uno y de tener este paisaje entre dos países”, dice entre lágrimas, Yamila Cuevas, una de las tantas mujeres apasionadas por las motos

“Soy de Salta, y hice todos mis kilómetros para llegar hasta acá y esto es indescriptible. Viajé con mucha expectativa de si podía llegar y encontrarse en estas montañas con hermanos que recién conoces me llena el corazón”, así lo definió Noelia Pereyra  que llegó hasta el Cristo con su poncho salteño rojo, vestida para la ocasión.

Si algo está claro y se evidencia es que el mundo de las motos es un estilo de vida que te deja una serie de valores y códigos donde la palabra camaradería se escucha en cada testimonio.