Bajar nidos y sacrificar ejemplares, la solución para darle batalla a las catas

Gorrindo se refirió a cómo afecta esta plaga a las fincas de la provincia y qué medidas se están tomando para revertir esa situación. 

"Al tener características particulares que la convierten en una plaga invasora en cuanto al daño que genera en el sector agrícola en particular es declarada especie perjudicial y dañina en principio en cinco departamentos, San Martín, Rivadavia, Junín, Maipú y Luján", expresó.

Luego añadió: "Esto se determinó en base a estudios del Instituto de Desarrollo Rural, a encuestas y denuncias recibidas de los productores de la zona".

"Es un problema por el que atraviesa la mayoría del país. Desde 1963 está declarada esta especie (la de las catas) como una plaga para la agricultura en la mayoría de las provincias donde habita. En Mendoza desde el 2017 la Dirección de Recursos Naturales emitió una normativa en la cual se declara a esta especie perjudicial y dañina, más allá de ser fauna especie protegida porque es nativa de la  provincia".

Luego señaló: "Así estamos habilitando una herramienta de manejo para contrarrestar los perjuicios que la especie genera en el sector agrícola. La idea es bajar los nidos de las catas, teniendo en cuenta que se puede hacer en la época invernal, fuera de la época reproductiva de la especie".

"Nosotros tomamos esta situación que hace más de 30 años se viene reclamando en la provincia y de una y otra manera las autoridades no se hacen cargo. Son medidas difíciles de tomar porque hay que sacrificar a ciertos ejemplares", amplió.

"Si nosotros tenemos que bajar nidos en estos departamentos y el productor tiene que sacrificar ejemplares por la situación que está viviendo, es porque es necesario. A esta especie en el país la han atacado con todo, la han envenenado y les han prendido fuego los árboles", enfatizó.

"No vamos a poner en riesgo la especie con este tipo de controles, de hecho se pone en riesgo la especie cuando un Estado está ausente, cuando los productores utilizan venenos fuertísimos para combatirlas", ejemplificó.

Y resumió: "El problema con las catas es que se come la flor del algarrobo".

Por último, explicó: "Entendemos la postura de las ONG que hace a la conservación de la fauna. Nos presentaron un recurso de amparo ante esta resolución, pero no avanzó".

Fuente Diario Uno