Aumento de la carne en Mendoza, algunos cortes ya superan los $600 el kilo.

Lomo, nalga, peceto y otros tantos cortes de carne que para esta época, y conforme se acercan las Fiestas de fin de año, pelean el podio de los más buscados por los mendocinos, vuelven a encarecerse. Es que los precios ya habían subido hacia fines de noviembre alrededor del 15%, y ahora las listas cambian otra vez, para empezar el último mes del año con otra actualización de hasta 30% en algunos casos.

Por caso, el kilo de lomo, que hasta esta semana rondaba los $480, trepa a los $600. Por eso, en el sector gastronómico no son pocas las caras de preocupación. Es que es usual que el precio por kilo sea lo mismo que se cobra por un sandwich, lo que coloca a los dueños de lomiterías en la disyuntiva de absorber el aumento en parte, o directamente trasladarlo.

"Imaginate, si ya había muchos que pedían uno para compartir ¿cuánta gente va a pagar $600 por un lomo?", se preguntaba el propietario de un local en uno de los corredores gastronómicos más concurridos de Ciudad, tras enterarse de la mala nueva por parte de su proveedor.

Los ajustes no dan respiro, y tanto comercios como clientes particulares se ven obligados a surfear la situación para que los números cierren en medio de una inflación agobiante para los bolsillos. Algunos ejemplos: la blanda trepó de $350 a $420 el kilo, mientras que el ojo de bife, que oscilaba los $430, ya cuesta $550; y la molida común pasó de $200 promedio a $240.

Antonio, que lleva adelante un par de negocios entre Ciudad y Guaymallén además de trabajar con algunos foodtrucks, se muestra resignado también ante los nuevos valores. En su caso, significa pagar 10% más la carne molida que más utiliza en algunos platos y 20% en algunos cortes de primera. 

"Venimos de otra suba en noviembre, y el problema grande es que aumenta la carne y con la crisis actual no podés subir la lista al público. ¿Quién absorbe la pérdida entonces?". Intentamos negociar porque veniamos comprando bastante y al por mayor, sin resignar calidad, pero sin dejar de caminar las carnicerías", resume luego de regatear fuerte con su proveedor.

¿Otra suba antes de fin de mes?

Los abasteros justifican el movimiento en una cuestión estacional asociada a las Fiestas de fin de año aunque sin dejar de admitir que el momento se adelantó de la segunda a la primera quincena de diciembre. También lo supeditan a la oferta de novillos en pie, que bajó levemente antes del fin de semana, y puede llegar a variar en la próxima que será corta.

Para mayorista José Micheli, "en general los aumentos están entre el 25 y el 30% y se veían venir. Habrá que ver qué pasa con un día menos de faena luego del feriado para saber, pero es esperable que hay otro pequeño salto del 10% más cerca de fin de mes. Si bien es un tema de oferta y demanda, en enero debería volver a bajar".

¿Qué pasa con las alternativas? En el caso del cerdo, que ronda el 19%, para el empresario no ha logrado ser sustituto de la carne vacuna porque en ciertos casos incluso hay paridad de precios. A su criterio, los consumidores sí han reposicionado al pollo, cuyo consumo subió ostensiblemente.

"El consumo per cápita de pollo subió hasta igualar en 50 kilos al de la carne, que viene de bajar el 13%", señaló Micheli, no sin dejar de referir que los establecimientos avícolas ya salieron a recuperar el terreno perdido con la pandemia ya que "desde junio no modificaron los precios y trabajaban a pérdida frente a los costos de la energía y los insumos". 

Así, una caja de 20 kilos llega a $2.600. Eso significa $130 por kilo al público, lo que equivale a un salto respecto a los $85 de algunos meses atrás, aunque en los puntos de venta pueden encontrarse ofertas e incluso diferencias de valores si el cliente elige el pollo congelado.

Fuente Sitio Andino