Marruecos dio el batacazo y eliminó a España

Tras igualar 0 a 0 en 120 minutos de juego, el seleccionado de Marruecos hizo historia, y superó a la de España 3 a 0 y lo dejó afuera del Mundial de Qatar 2022,
Los marroquíes clasificaban por primera en su historia a la instancia de cuartos de final del torneo de fútbol más importantes de todos.
El problema mayor para los españoles, fue que Marruecos, cuando recuperaba la pelota, no abusaba del pelotazo. Al contrario, mostraba buen pie y todo ese andamiaje defensivo se transformaba en salidas limpias. Boufal, pegado sobre la izquierda, jugaba arriba de la pelota ante la mirada confundida de Llorente. Por el otro lado del ataque, era Ziyech el que obligaba a Jordi Alba a no proyectarse. Pero el cerebro de los marroquíes fue Ounahi que, con un andar y manejo finísimo, ganaba espacio, aire e incluso generaba peligro. Porque, en definitiva, las dos llegadas más peligrosas del primer tiempo fueron para los africanos.
En el vestuario no logró hacer el click. La entrada de Morata y de Williams, especialmente de este último, le dieron un empujón inevitable. Las piernas de los marroquíes ya no respondían como antes, pero mientras a España no se le cayera una idea, no había sensación de gol para nada. Los minutos pasaban, pero la disciplina táctica y los tremendos abucheos cada vez que tocaba la pelota un español se repetían.
Apenas un cabezazo de Morata sonó a muy poco y resultó siendo nada. Mientras el show de Ounahi manejando la pelota y buscando una contra épica fueron llevando la historia al suplementario. Y si no lo supieron ganar en los 90, casi que terminaron haciendo todo para perderlo en los 120. Porque los marroquíes advirtieron que la desesperación rival les abría una puerta, aunque se encontró con el arquero Simón, que cuando no sobra la situación con los pies, ataja bien. Ese mano a mano daba la señal de que, realmente, el rendimiento estratégico de Marruecos cumplía su objetivo. Recién faltando diez se desarmó un poco con el cansancio lógico y las búsquedas individuales de lograr la heroica no faltaron con un agónico derechazo de Sarabia que literalmente enmudeció al Education City Stadium.
Los penales tuvieron su propia historia. La que terminó Hakimi picando la bocha, pero la que tuvo en el arquero un héroe nacional. Bono atajó con la despreocupación con la que juega, suelto, libre, sin prejuicios, para intentar una gambeta, para arriesgar en la salida. Destinados a mandar a casa a un campeón del mundo, a devolverle a los miles y miles de marroquíes en cancha una gran alegría y, nada más ni nada menos, para hacer historia grande en una Copa del Mundo.
